jueves, 22 de marzo de 2012

Milli Vanilli. Una historia de ventrílocuos

La industria discografica alemana ha sido siempre una de las más importantes del mundo. Actualmente representa el 6’6% del mercado musical global, sólo por detrás de EE.UU., Japón y Reino Unido. A lo largo de los años 80 se lanzaron y consolidaron algunas de las bandas y proyectos alemanes de mayor éxito. Entre ellos se encuentran formaciones como Status Quo, Modern Talking, Alphaville o Milli Vanill, protagonistas éstos últimos de uno de los momentos más delirantes de la historia del pop.

El proyecto Milli Vanilli se gestó en 1988, cuando el productor Frank Farian (Boney M., NoMercy, La Bouche, Silver Convention…) descubrió a Rob Pilatus y Fabrice Morgan, por entonces bailarines de la cantante Sabrina.
Farian lanzaría, junto a una potente campaña de marketing apoyada por Sony Music, su primer álbum All Or Nothing.
Rápidamente el álbum escaló hasta los puestos más altos de las listas de ventas europeas, funcionando especialmente bien en Alemania y Reino Unido.

La buena marcha del proyecto hizo que Sony decidiera lanzar su primer LP en el mercado estadounidense. Un año después de haber saltado al estrellato, ya eran Nº1 en EE.UU. con "Baby Don't Forget My Number", "Girl You Know Is True" y "Blame It on the Rain".

A principios de 1990, recibieron un premio Grammy al mejor artista revelación y un American Music Awards por haber vendido más de 10 millones de discos en 1989.
Tras algunos “problemas técnicos” en sus directos y la aparición en la prensa de un personaje que aseguraba que los Milli Vanilli no cantaban una sola de las estrofas de sus discos, empezaron a circular los rumores de fraude.


A finales del 90, saltaría finalmente el escándalo.Farian admitiría que en realidad las voces de Milli Vanilli pertenecían a otros cantantes de estudio, presumíblemente menos atractivos. La contribución de Morgan y Pilatus se reducía a prestar su imagen en actuaciones, cubiertas de discos y videoclips.
Tras ser despojados del premio Grammy, Sony, a través de su filial Arista, se dedicó a retirar del mercado toda copia que aún quedase por vender poniendo fin al proyecto.

Farian, por su parte, intentó reflotar la formación junto a los verdaderos vocalistas de estudio bajo el nombre de "The Real Milli Vanilli". Su primer y único álbum incluía cortes de título tan paradójico como "The moment of truth" o "Too Late".
No hace falta decir que la intentona fue un fiasco y ni siquiera el pegadizo "Keep On Runnin'" les salvó de la quema. La “marca” Milli Vanilli estaba más que muerta.



En 1998, Pilatus se llevaría la peor parte al morir de sobredosis en Hamburgo. Universal Pictures prepara la historia del dúo para llevarla a la gran pantalla.

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